AUTORETRATO

Este autorretrato es una fusión de todo lo que me gusta, me rodea e inspira. No es solo una imagen de mí mismo, sino un reflejo de mi universo visual y creativo, una composición en la que conviven mis influencias, mis pasiones y mi trayectoria artística.

El rostro en tonos fríos destaca en contraste con el fondo vibrante, casi caótico, repleto de referencias al arte urbano, el pop art y la cultura contemporánea. Las alas en mi cabeza, inspiradas en el trabajo de D*Face, evocan la idea de elevación, de trascendencia en el arte, pero también juegan con la ironía de la fama y el consumo masivo.

Cada elemento de esta obra tiene un significado especial para mí. La lata de sopa Campbell’s de Warhol es un homenaje al arte pop y a la transformación de lo cotidiano en icono. El pez azul de Pez es alegría en estado puro, una firma del graffiti que siempre me ha fascinado. El corazón con la insignia «LV» y las líneas que evocan a Keith Haring representan esa mezcla entre arte, moda y cultura urbana que me inspira. Shepard Fairey está presente en los patrones y en la estética gráfica, recordándome el poder del arte como mensaje.

Este collage no solo se construye a partir de imágenes, sino también de objetos reales que me conectan con distintas experiencias: tachuelas de estrellas que aportan textura y rebeldía, lazos de Louis Vuitton que sugieren la intersección entre lujo y cultura callejera, y una pulsera VIP de Hombres G, un guiño a la música que ha acompañado mi vida.

Las manchas de pintura, los símbolos y las capas de color crean una sensación de movimiento, como si la obra estuviera viva, en constante evolución, igual que mi propia identidad artística. Este autorretrato es más que un reflejo; es un diálogo con mis influencias, un collage de lo que soy y de todo lo que me inspira.