DESPERTAR

Cuando comencé a trabajar en ‘DESPERTAR’, sentía una profunda inquietud ante el estado del mundo. La guerra, la desigualdad y la injusticia son sombras alargadas que amenazan con consumirnos a todos. Quería crear una obra que fuera un grito desesperado, un llamado a la acción, una denuncia visceral contra todo aquello que nos oprime y nos divide, visto desde mi universo Pop Art.

El niño, con sus ojos llenos de dolor y su cuerpo atrapado en una red de líneas, representa la inocencia perdida, la vulnerabilidad y la víctima de un sistema opresivo. Es un símbolo universal de todos aquellos que sufren a causa de la violencia, la pobreza y la injusticia. Su figura central en la composición lo convierte en el epicentro emocional de la obra, atrayendo nuestra mirada y despertando nuestra empatía.

Las líneas verticales, como jaulas invisibles, simbolizan las estructuras de poder que nos limitan y nos impiden ser libres. Son las normas sociales, las expectativas culturales y los prejuicios que nos encadenan a una realidad que a menudo no hemos elegido. Estas líneas, al ser verticales, sugieren una fuerza superior que nos oprime desde arriba, recordándonos la jerarquía social y la desigualdad.

La calavera introduce una dimensión existencial a la obra. Representa la fragilidad de la vida humana y la pérdida de la individualidad cuando somos sometidos a sistemas opresivos. Es un recordatorio de que la muerte acecha a todos, pero también de que podemos elegir cómo vivir mientras estamos aquí.

Mickey Mouse, un ícono infantil, se transforma en un símbolo de la corrupción y la explotación. Representa cómo los grandes corporaciones manipulan nuestros deseos y nos convierten en consumidores compulsivos, alejándonos de lo que realmente importa. Su imagen contrasta con la del niño sufriente, subrayando la pérdida de la inocencia y la perversión de los valores.

Los iconos de TikTok simbolizan la superficialidad de nuestra era digital, donde la imagen y el entretenimiento vacíos ocupan un lugar central en nuestras vidas. Nos distraen de los problemas reales y nos impiden conectar con nosotros mismos y con los demás.

Las mariposas, a pesar de su belleza, están atrapadas en esta red de opresión. Representan la esperanza de un cambio, pero también la fragilidad de la libertad. Son un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre hay una posibilidad de transformación.

Los colores, especialmente el rojo y el negro, crean una atmósfera de tensión y peligro. El rojo simboliza la pasión, la ira y la violencia, mientras que el negro representa la oscuridad y lo desconocido. Estos colores intensifican la carga emocional de la obra y transmiten una sensación de urgencia y alerta.

Los textos escritos son como gritos que claman por ser escuchados. «Wake up and see who pulls the strings» (Despierta y mira quién mueve los hilos) es una llamada a la conciencia, invitando al espectador a cuestionar las estructuras de poder y a reconocer quién realmente controla los hilos del sistema.

«Break free from the chains you can’t see» (Libérate de las cadenas que no puedes ver) es un llamado a la liberación. Nos invita a romper con las cadenas que nos atan, aunque a menudo no somos conscientes de ellas. Estas cadenas invisibles son las normas sociales, las expectativas culturales y los prejuicios que limitan nuestra forma de pensar y actuar.

La palabra «freedom» (libertad), escrita en la obra, es un concepto clave para expresar el deseo de autonomía y de liberarse de las restricciones impuestas por la sociedad. En «DESPERTAR», la libertad se presenta como un ideal al que debemos aspirar, pero también como algo que debemos conquistar a través de la lucha y la resistencia.

Con esta obra, espero generar un impacto emocional y provocar una reflexión profunda en el espectador. Quiero que la gente se cuestione el mundo en el que vivimos y que se comprometa a construir un futuro más justo y equitativo. La guerra no es la solución, la violencia no es el camino. Solo a través de la unión, la empatía y la acción podemos crear un mundo más justo y pacífico.

AWAKENING

When I began working on AWAKENING, I felt a deep unease about the state of the world. War, inequality, and injustice are elongated shadows that threaten to consume us all. I wanted to create a piece that served as a desperate cry, a call to action, a visceral denunciation of everything that oppresses and divides us, seen through my Pop Art universe.

The child, with eyes full of pain and a body trapped in a network of lines, represents lost innocence, vulnerability, and the victim of an oppressive system. It is a universal symbol of all those who suffer due to violence, poverty, and injustice. Positioned at the center of the composition, the child becomes the emotional epicenter of the work, drawing our gaze and awakening our empathy.

The vertical lines, like invisible cages, symbolize the power structures that limit us and prevent our freedom. These are the social norms, cultural expectations, and prejudices that bind us to a reality we often did not choose. Being vertical, these lines suggest a superior force oppressing us from above, reminding us of social hierarchy and inequality.

The skull introduces an existential dimension to the piece. It represents the fragility of human life and the loss of individuality when subjected to oppressive systems. It is a reminder that death looms over all but also that we can choose how to live while we are here.

Mickey Mouse, an emblem of childhood, transforms into a symbol of corruption and exploitation. It represents how major corporations manipulate our desires, turning us into compulsive consumers and distracting us from what truly matters. His image contrasts with the suffering child, highlighting the loss of innocence and the perversion of values.

The TikTok icons symbolize the superficiality of our digital era, where empty imagery and entertainment take center stage in our lives. They distract us from real problems and prevent us from connecting with ourselves and others.

Butterflies, despite their beauty, are trapped in this web of oppression. They represent hope for change but also the fragility of freedom. They remind us that, despite adversity, transformation is always possible.

The colors, especially red and black, create an atmosphere of tension and danger. Red symbolizes passion, anger, and violence, while black represents darkness and the unknown. These colors heighten the emotional charge of the piece and convey a sense of urgency and alertness.

The written texts are like cries begging to be heard. «Wake up and see who pulls the strings» is a call to awareness, inviting the viewer to question power structures and recognize who truly controls the system’s threads.

«Break free from the chains you can’t see» is a call for liberation. It urges us to break free from the chains that bind us, even though we are often unaware of them. These invisible chains are the social norms, cultural expectations, and prejudices that limit how we think and act.

The word «freedom» written in the piece is a key concept expressing the desire for autonomy and liberation from the restrictions imposed by society. In AWAKENING, freedom is presented as an ideal to aspire to, but also as something to be conquered through struggle and resistance.

With this work, I hope to create an emotional impact and provoke deep reflection in the viewer. I want people to question the world we live in and commit to building a fairer and more equitable future. War is not the solution, violence is not the way. Only through unity, empathy, and action can we create a fairer and more peaceful world.